Carlos Germán de Amézaga

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    Información biográfica

  1. A una hermosa
  2. Alquimia
  3. Amor tren
  4. El Fonógrafo
  5. Gran tarja
  6. Todo en su lugar


Información biográfica
    Nombre: Carlos Germán de Amézaga
    Lugar y fecha nacimiento: Perú, 26 de septiembre de 1862
    Lugar y fecha defunción: Perú, 17 de diciembre de 1906 (44 años)
    Ocupación: Escritor, poeta
Era hermano de la también escritora y poeta Juana Rosa de Amézaga.

Fuente: [Carlos Germán de Amézaga] en Wikisource.org

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    A una hermosa
      - Mira; no así tan alta
      Lleves esa cabeza, que aunque es linda,
      Un adorno le falta
      Del que tampoco es justo se prescinda.
      - ¿Le faltará una flor? - Muy poco exalta
      Tu hermosura una flor.- ¿Una corona
      De diamantes y perlas? - No; tu cara
      Es una muestra rara
      De cuanta joyería se pregona.
      Te falta..., y yo lo siento,
      El femenino adorno que te haría
      Invencible de amor en la porfía...
      ¡Te falta el pensamiento!
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    Alquimia
      Desde tiempo inmemorial
      Busca el hombre con ardor
      La piedra filosofal:
      Medio de hacer un metal
      Que es el oro corruptor.
      Y aunque la ciencia resista,
      Que hay tal piedra yo aseguro
      Frente de tanto alquimista,
      Rico, dichoso, egoísta
      Y ante las lágrimas duro.
      ¿Qué importa el ajeno mal?
      Quien bien practica, no medra
      O malversa su caudal...
      La piedra filosofal
      Es el corazón de piedra.
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    Amor tren
      Este pícaro vapor
      Impera en reino tan vasto,
      Que hasta en el ramo de amor
      Ha extendido su furor
      En pro del tiempo... y del gasto.
      - ¿Me quieres? - Correspondido.
      - ¿Y son tus bienes gran cosa?
      - Algo como tú. - Concluido;
      Chica, ya soy tu marido.
      - Hombre, pues ya soy tu esposa...
      Y queda ejecutoriada
      La contrata de partida,
      Como quien no dice nada,
      Para hacer de una tirada
      Todo el tirón de la vida.
      Que hoy día no se enamora,
      Sino se engancha pareja
      Cual veloz locomotora
      Que toma un carro a tal hora
      Y que... a tal otra lo deja.
      Así no es extraño ver,
      De estos enganches violentos
      En el furioso correr,
      Ya de marido o mujer
      Muchos descarrilamientos.
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    El Fonógrafo
      ¡Edison es el siglo diez y nueve!
      Edison es más grande que Colón:
      El con su genio el Universo Mueve,
      El llena con su luz la Creación.

      ¡Oíd todos!, ¡los brujos del pasado
      Nada en alianza hicieron con Luzbel,
      Que el fonógrafo iguale! Es un dechado
      Que causa envidia al corazón más fiel.

      No guarda el corazón las armonías
      Como el cilindro aquel los guardará...
      ¿Bórranse sus pesares y alegrías
      Todo en el corazón, todo se va!

      ¿Para el extraño ser que ama y no olvida,
      Qué consuelo no obstante el de una vez
      Que al morir en los labios, otra vida
      Igual por siempre en el metal halló!

      Aquí se escucha a la mujer amada
      Aquí se fija el inmortal placer,
      Y en lucha con las sombras de la nada
      El mañana es el hoy como el ayer.

      Lo que amor nos juró dulce al reclamo
      No podrá recoger, nunca su voz...
      Te amo repetirá, te amo, te amo,
      Aunque ingrata después, niegue a su Dios.
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    Gran tarja
      Plebe del pensamiento, erguida plebe
      En gracia de la casta o la fortuna,
      ¿Dónde está tu labor? Desde la cuna
      Tan sólo el hambre o el placer te mueve.
      La ley del adelanto ¿qué te debe?
      ¿Cuál es tu gloria en el poder? Ninguna.
      Despreciando el trabajo, a la Comuna
      Pábulo das en su argumento aleve.
      Y esa chusma ignorante, maldecida,
      Es superior a ti, porque a su azada
      Debes el grano que tu vientre anida...
      Hombres que nada hacéis ni valéis nada,
      Sobre el papel manchoso de la vida
      Os quisiera borrar de una plumada.
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    Todo en su lugar
      Eres hermosa entre las más hermosas;
      Te quiero con ardor exagerado:
      Pero... hija mía, pides ciertas cosas,
      En medio de caricias voluptuosas,
      Que me dejan también muy apurado.

      Ante súplicas tales me sublevo
      Y, por primera vez, siento fastidio...
      ¿Que me case?... ¡Imposible! ¡Yo no llevo
      Mi amor hasta el suicidio!
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